“Entonces dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza,..” – Génesis 1:26

Volvemos, como debe ser, recordar a todos que Dios es el Creador de todo ser humano. Con esta verdad viene la realidad de que cuando vemos a otro ser humano, vemos en él o en ella, otro color de piel.
Dios en Su Sabiduría, Inteligencia y Creatividad hizo no solo 2 colores (blanco y negro), sino varios tonos de colores. Cuando pintamos nuestras casas, apartamentos, cuadros, edificios y otras cosas, la diversidad de colores trae a nuestra vista y mentes un sentido de satisfacción por lo hermosura que vemos.
La naturaleza misma nos enseña la hermosura de los colores. En otoño vemos cómo las hojas de los árboles van cambiando sus colores. Tomamos fotografías, hacemos postales y hasta calendarios.
Cuando se trata de nuestro prójimo, cuanto más debe de haber en nosotros un sentido de aceptación y gozo por la diversidad que Dios nos a dado. El ser humano fue creado a Imagen De Dios no los árboles ni las hojas.
El hombre es el que exhibe la gloria De Dios de la manera más alta. Los hombres son los que aman, no los árboles, los hombres son los que hablan, no la naturaleza, y por último, Jesús el Hijo De Dios se hizo Hombre para participar de la experiencia del ser humano.
Recordamos la dignidad que Dios puso en el ser humano. Somos creados a Imagen De Dios; de ahí nuestra dignidad. No importa el color de piel que hayamos traído al mundo, somos Imagen De Dios
-Pastor Omar Valcárcel